Cuando deseamos tener una vida sexual plena y disfrutar de cada momento, toda herramienta o información que pueda ayudarnos a maximizar el placer es bien recibida: lo cierto es que todos hemos oído hablar alguna vez sobre las zonas erógenas del cuerpo, tanto en hombres como en mujeres, pero pocos saben con exactitud cuáles son esas partes que pueden multiplicar la excitación y transformar un encuentro intimo en algo totalmente diferente e inolvidable para ambos.
Las zonas erógenas del cuerpo son varias, aunque no funcionan de la misma manera en todas las personas: algunos tienen puntos que son más receptivos y sensibles que otros, por lo que saber cuál es la zona erógena de tu pareja dependerá únicamente de las ganas que tengas de explorar todas las alternativas. En el artículo de hoy les contamos cuales son los lugares del cuerpo más erógenos y cómo estimularlos para potenciar el deseo y el placer en las relaciones sexuales.
Las zonas erógenas del cuerpo
Si tuviéramos que definirlas de alguna manera, diríamos que las zonas erógenas son esas partes del cuerpo humano que al ser tocadas alteran de alguna forma los sentidos y generan una respuesta de índole sexual.
Estos lugares calientes existen tanto en hombres como en mujeres, con las variaciones correspondientes en función de las diferencias anatómicas de cada uno, y en ciertas personas algunos puntos pueden resultar más estimulantes que otros. Veamos cuáles son:
- La boca. Sí, tanto en hombres como en mujeres los labios se vuelven extremadamente sensibles al tacto en consecuencia de la excitación, por lo que cualquier roce despertará por completo los sentidos.
- Las orejas. Lamentablemente subestimadas, las orejas son un punto erógeno muy importante y que muchas veces se deja de lado. El lóbulo de la oreja es especialmente sensible, por lo que si te animas a estimularlo lograrás una respuesta muy positiva.
- Pechos. El centro del placer femenino. Los senos de una mujer son considerablemente más sensibles a nivel erógeno que el pecho del hombre, por lo que centrar la atención allí puede ser una gran idea durante el juego previo.
- Próstata. Conocido popularmente como el punto G masculino, y se encuentra en el periné del hombre. Siempre con cuidado, estimular esta zona puede llevar a generar en el hombre sensaciones inesperadas y muy placenteras.
- Clítoris. ¿Hace falta demasiada explicación? El punto más sensible a nivel sexual de la mujer y que además será el encargado de llevarla al orgasmo, por lo que no puede faltar.
- Pies. Llenos de terminaciones nerviosas, los pies son otra zona erógena que comparten ambos sexos y que debemos animarnos a explorar.
La mejor manera de poder utilizar las zonas erógenas a nuestro favor al momento del encuentro sexual es dándonos el tiempo necesario para llevar acabo el juego previo: estos puntos se estimulan principalmente a través de las caricias, y una buena forma de empezar es haciéndolo por el cabello.
Un buen masaje del cuero cabelludo es un gran inicio para una relación sexual. Por otro lado, anímate a jugar con las orejas de tu pareja, muerde suavemente su lóbulo y masajea la parte posterior. La zona de la espalda, sobre todo en la columna vertebral y el vientre, la estimulación se puede realizar utilizando la punta de la lengua y las manos.